Los coches eléctricos del futuro eliminarán la carga de baterías por cables
Apenas nos hemos acostumbrado a ver en nuestras ciudades los espacios reservados para recargar los automóviles eléctricos y ya se apuesta por un nuevo sistema de carga sin cables que puede cambiar el sector.
La idea está aún “en pañales” pero la tecnología, que es lo importante, funciona. De su éxito depende que los conductores de vehículos eléctricos puedan prescindir de las largas recargas de sus baterías enchufados a una red eléctrica. La revolución de la recarga inalámbrica y además en marcha.
En cierto modo es una idea antigua pero invertida, y desde luego mejorada: el trolebús. Alimentado por la electricidad que suministra una catenaria de dos cables superiores, el ingenio del siglo XIX aún sigue en funcionamiento en ciudades de todo el mundo sin tener que parar a repostar en ningún momento. Ahora, la revolucionaria idea puesta en marcha por los ingenieros mecánicos de distintas marcas europeas de automóviles invierte el sentido de la catenaria y la sumerge bajo el asfalto de la carretera haciendo que funcione de modo inalámbrico.
El sueño de cualquier conductor de un “e-car” es conseguir que se recargue mientras circula. Para cumplirlo el grupo Volvo y la eléctrica sueca Alstom han desarrollado este sistema que es capaz de transmitir electricidad desde unas líneas de alta tensión soterradas en la carretera hasta un generador instalado en el automóvil y que consigue captar corriente directa según circula gracias a un potente campo magnético que logra transmitir la electricidad de manera inalámbrica.
Esta transmisión inalámbrica es posible gracias a un proceso denominado acoplamiento por resonancia magnética. Requiere dos bobinas de cobre, una de las cuales se soterra en el firme de la carretera conectada a una corriente eléctrica y la otra se sitúa en los bajos del vehículo. Entre 5 y 10 centímetros de distancia son suficientes para que ambas bobinas sintonicen en la misma frecuencia natural.
Como no todo el monte es orégano, ni todos los campos magnéticos, a este gran logro de la ingeniería aún lo toca resolver muchas incógnitas. La primera, quién y cuanto tendrá que pagar por instalar este asfalto mágico en las principales autopistas. También se espera optimizar la cantidad de energía transmitida que por el momento ronda los 3 KW.
En cualquier caso, el sistema abre un inmenso campo de posibilidades, tanto para recargar los coches mientras se desplazan como para realizar la recarga de manera mucho más cómoda y autónoma en aparcamientos o puntos urbanos. La pregunta es ¿cuánto tiempo tardaremos en verlo?
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