miércoles, 14 de agosto de 2013

Humor

Una mujer escribió pidiendo consejos sobre la manera idónea para conseguir un marido millonario, situación que ya de por sí es algo cómica, aunque lo mejor de todo es la respuesta tan perfectamente que recibió por parte de un hombre que dice ser muy rico para declinar la solicitud de la joven.

Aviso de la Joven:

“Soy una chica hermosa (yo diría que muy hermosa) de 25 años, bien formada y tengo clase. Quiero casarme con alguien que gane como mínimo medio millón de dólares al año.

¿Tienen en este portal algún hombre que gane 500.000 dólares o más? Quizás las esposas de los que ganen eso me puedan dar algunos consejos.

Estuve de novia con hombres que ganan de 200 a 250 mil, pero no puedo pasar de eso, y 250 mil no me van a hacer vivir en el Central Park West.

Conozco a una mujer, de mi clase de yoga, que se casó con un banquero y vive en Tribeca, y ella no es tan bonita como yo, ni es inteligente.

Entonces, ¿qué es lo que ella hizo y yo no hice? ¿Cómo puedo llegar al nivel de ella?

Rafaela S.”


Respuesta del millonario:

“Leí su consulta con gran interés, pensé cuidadosamente en su caso e hice un análisis de la situación. Primeramente, no estoy haciéndole perder tiempo, pues gano más de 500 mil por año.

Aclarado esto, considero los hechos de la siguiente forma: Lo que Ud. ofrece, visto desde la perspectiva de un hombre como el que Ud. busca, es simplemente un pésimo negocio.

He aquí los por qué: Dejando los rodeos de lado, lo que Ud. propone es un simple negocio: Ud. pone la belleza física y yo pongo el dinero.

Propuesta clara, sin recovecos. Sin embargo existe un problema. Con seguridad, su belleza va a decaer, y un día va a terminar, y lo más probable es que mi dinero continúe creciendo.

Así, en términos económicos, Ud. es un activo que sufre depreciación y yo soy un activo que rinde dividendos. Ud. no sólo sufre depreciación, sino que, como asta es progresiva, ¡aumenta siempre!

Aclarando más, Ud. tiene hoy 25 años y va a continuar siendo linda durante los próximos 5 a 10 años; pero siempre un poco menos cada año, y de repente, si se compara con una foto de hoy, verá que ya estará envejecida.

Esto quiere decir, que Ud. está hoy en “alza”, en la época ideal de ser vendida, no de ser comprada.

Usando el lenguaje de Wall Street, quien la tiene hoy la debe de tener en “trading position” (posición para comercializar) , y no en “buy and hold” ( compre y retenga ), que es para lo que Ud. se ofrece.

Por lo tanto, todavía en términos comerciales, el casamiento (que es un “buy and hold”) con Ud. no es un buen negocio a mediano o largo plazo, pero alquilarla puede ser en términos comerciales un negocio razonable que podemos meditar y discutir usted y yo.

Yo pienso que mediante certificación de cuán “bien formada, con clase y maravillosamente linda” es, yo, probable futuro locatario de esa “máquina”, quiero lo que es de práctica habitual: Hacer una prueba, o sea un “test drive…” para concretar la operación.

En resumidas cuentas: como comprarla es un mal negocio, por su devaluación creciente, le propongo alquilarla por el tiempo en que el material esté en buen uso. Esperando noticias suyas, me despido cordialmente.

Un millonario que por eso es millonario”

Los coches eléctricos del futuro eliminarán la carga de baterías por cables

Los coches eléctricos del futuro eliminarán la carga de baterías por cables

Publicado en:
Desarrollo Sostenible, Coches eléctricos

Carga sin cables de coches eléctricosApenas nos hemos acostumbrado a ver en nuestras ciudades los espacios reservados para recargar los automóviles eléctricos y ya se apuesta por un nuevo sistema de carga sin cables que puede cambiar el sector.
La idea está aún “en pañales” pero la tecnología, que es lo importante, funciona. De su éxito depende que los conductores de vehículos eléctricos puedan prescindir de las largas recargas de sus baterías enchufados a una red eléctrica. La revolución de la recarga inalámbrica y además en marcha.
En cierto modo es una idea antigua pero invertida, y desde luego mejorada: el trolebús. Alimentado por la electricidad que suministra una catenaria de dos cables superiores, el ingenio del siglo XIX aún sigue en funcionamiento en ciudades de todo el mundo sin tener que parar a repostar en ningún momento. Ahora, la revolucionaria idea puesta en marcha por los ingenieros mecánicos de distintas marcas europeas de automóviles invierte el sentido de la catenaria y la sumerge bajo el asfalto de la carretera haciendo que funcione de modo inalámbrico.
El sueño de cualquier conductor de un “e-car” es conseguir que se recargue mientras circula. Para cumplirlo el grupo Volvo y la eléctrica sueca Alstom han desarrollado este sistema que es capaz de transmitir electricidad desde unas líneas de alta tensión soterradas en la carretera hasta un generador instalado en el automóvil y que consigue captar corriente directa según circula gracias a un potente campo magnético que logra transmitir la electricidad de manera inalámbrica.
Esta transmisión inalámbrica es posible gracias a un proceso denominado acoplamiento por resonancia magnética. Requiere dos bobinas de cobre, una de las cuales se soterra en el firme de la carretera conectada a una corriente eléctrica y la otra se sitúa en los bajos del vehículo. Entre 5 y 10 centímetros de distancia son suficientes para que ambas bobinas sintonicen en la misma frecuencia natural.
Línea eléctrica terrestre
Como no todo el monte es orégano, ni todos los campos magnéticos, a este gran logro de la ingeniería aún lo toca resolver muchas incógnitas. La primera, quién y cuanto tendrá que pagar por instalar este asfalto mágico en las principales autopistas. También se espera optimizar la cantidad de energía transmitida que por el momento ronda los 3 KW.
En cualquier caso, el sistema abre un inmenso campo de posibilidades, tanto para recargar los coches mientras se desplazan como para realizar la recarga de manera mucho más cómoda y autónoma en aparcamientos o puntos urbanos. La pregunta es ¿cuánto tiempo tardaremos en verlo?